La asamblea estudiantil convocada esta mañana votó a favor de continuar la huelga en los diez de los once recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR) tras 21 días de que Río Piedras la decretara. Ciencias Médicas no está incluido.
La asamblea se realizó en el Centro de Convenciones de Puerto Rico en Miramar.
También se discutieron los acuerdos a los que llegó durante el pasado fin de semana el Comité Negociador Estudiantil con la presidenta de la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera, y el presidente de la UPR, José Ramón de la Torre.
Los medios de comunicaciones que se encuentran en las instalaciones de la Oficina del Presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), localizadas en el Jardín Botánico en Río Piedras, no han podido ingresar al edificio para realizar su trabajo debido a que le prohibieron la entrada al interior.
Al momento, no se sabe a ciencia cierta quién dio la orden ni el motivo de la decisión.
Sí se informó que líderes de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la UPR ingresaron a la instalación por otra puerta, en busca de conversar con el presidente de la UPR, José Ramón de la Torre.
Para la 1:00 de la tarde está pautada una reunión de la Junta de Síndicos en dicha Oficina.
Con el rostro hinchado y manchado con sangre seca, el padre de un estudiante del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico que fue arrestado esta mañana cuando intentó pasarle comida a través del portón de la avenida Gándara, denunció que fue golpeado con los puños mientras una decena de policías lo arrestaban.
Luis A. Torres Muller, vecino de Río Piedras, narró a Primera Hora que llegó al portón de la Gándara junto a su esposa, como todos los días, para llevarle comida a su hijo y compañeros de clase en huelga, cuando policías les advirtieron que no podían hacerlo.
“Hoy me encontré una hilera de cadetes de la Policía en la acera de la avenida Gándara que le dijeron a mi esposa que me acompañaba que no podía pasar. Yo agarré la bolsa de hot dogs que llevaba mi esposa y se la pasé por encima de la verja. En ese momento el oficial estatal que estaba a cargo de los cadetes me dijo que me iba a arrestar y como diez oficiales se me tiraron encima”, dijo Torres con los ojos casi cerrados tras recibir varios puntos de sutura sobre la ceja izquierda en el CDT de Río Piedras.
Continuó narrando el padre del universitario que, como parte del abuso policíaco, lo golpearon y le rompieron sus espejuelos.
“Después que me tiraron al piso me golpearon, me metieron dos puños y me rompieron los lentes y me quieren radicar cargos ahora. Ellos alegan eso (que estaba agresivo). Eso es totalmente falso y se lo voy a decir al tribunal así”, dijo, intentando mantener su frente en alto y esposado a la cintura.
El sargento Ángel L. Pérez Díaz aseveró que la actitud del detenido fue violenta y desafiante hacia los cadetes, a quienes supuestamente invitaba a que lo agredieran.
“Estaba agresivo completamente, inclusive él dice como que ‘yo no le voy a pasar alimentos a mis hijos, cabrones’. Esa es la palabra que utiliza y empieza a darles puños a los cadetes. La esposa también trata de tirar una bolsa una de las compañeras de la bloquea y ahí él se torna más agresivo”, detalló el sargento.
Contrario al testimonio de Torres, que alegó que unos diez agentes lo lanzaron al piso con violencia para arrestarlo, el oficial indicó Pérez, por su parte, dijo que fueron tres los policías que intervinieron con él. En un vídeo (CENSURADO) sobre el arresto se ve que son unos ocho agentes y cadetes los que intervienen con la pareja y no se ve a ninguno de los uniformados agredidos.
“Empieza a agredirme a mí también, él daba puños mientras yo lo trataba de arrestar. Se tuvo que arrestar entre tres personas ya que el mismo estaba agresivo al hacerlo llegar al suelo, aparentemente se lesionó en la parte de la ceja izquierda”, detalló el oficial.
El sargento Pérez alega también que el hombre profería palabras obscenas y abolló una patrulla.
En el vídeo se escucha a Torres Muller exigir explicaciones por su arresto, advertir que sus hijos no serán doblegados y señalarles a los policías que esas eran acciones de los burgueses, todo aderezado con insultos como “cabrones” y “pendejos”.
También se ve a su esposa exigir que le digan a dónde lo llevan y a su hijo gritar del otro lado de la verja que lo lleven a recibir asistencia médica. La señora, ignorada por los policías, toca insistentemente en el brazo a un oficial, que finalmente le advierte en voz alta que no lo vuelva a tocar.
Cuando era trasladado por los policías del CDT a fiscalía para radicarle cargos, Torres Muller acusó al gobierno de querer silenciar la democracia con la agresión.
“Eso es una brutalidad del mismo Gobierno que quiere acabar la lucha justa de los estudiantes, lucha justa y legal y democrática a través de una asamblea legal y legítima, la quieren acabar a palo limpio con la Fuerza de Choque”, dijo Torres.
Además, declaró que los supervisores de la Fuerza de Choque no están identificados.
Que vivan los estudiantes puertorriqueños
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