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Sobrevivientes de la masacre de SanJuan Copala , Oaxaca, México.
La caravana internacional de observación y solidaridad constituida por veintisiete integrantes de varias organizaciones, el 27 de Abril se dirigía a San Juan Copala (comunidad Triqui), para verificar las violaciones de los derechos humanos.
San Juan Copala es un municipio en Oaxaca, que desde que se declaró autónomo en el 2007, se encuentra sitiado y aterrorizado por la organización paramilitar irónicamente llamada “Unión de Bienestar Social para la Región Triqui” (UBISORT) que está al servicio del “gobernador” de Oaxaca Ulises Ruiz y su partido político PRI.
El jefe de UBISORT, Rufino Juárez declaró a radio de Huajapan de León que no dejaría que la caravana entrara a la comunidad”.
Los activistas en solidaridad con la comunidad sitiada, acompañados por maestros, periodistas, fotógrafos y activistas extranjeros, fueron atacados por los paramilitares poco antes de llegar a destino.
En la lluvia de balas perdieron la vida Beatriz Cariño, directora de la organización Cactus, de Oaxaca y Jyri Jaakkol, activista de derechos humanos de Finlandia.
El resto de los integrantes de la caravana huyeron y se dispersaron por el área, donde algunos fueron alcanzados por los paramilitares y dejados en libertad luego de ser interrogados y despojados de sus pertenencias.
El fotógrafo David Cilia y el activista Noé Bautista (ambos heridos de bala) Junto a la periodista Erika Ramírez y el activitas David Venegas al ser perseguidos por lo paramilitares se internaron en la vegetación donde permanecieron ocultándose por casi tres días.
finalmente Los periodistas fueron localizados este viernes, luego de que David Venegas y Noé Bautista pudieron atravesar el cerco paramilitar en busca de auxilio. Los heridos fueron trasladados al poblado de Juxtlahuaca donde reciben atención medica y se reporta que su condición es estable.
Cilia comentó que el pensó que las autoridades actuarían inmediatamente, pero no fue así, por lo cual tuvieron que esconderse de los paramilitares por casi tres días sin abrigo ni alimentos y heridos.
El gobierno estatal de Ulises Ruiz, tanto como el federal no pueden ocultar su vinculación con los paramilitares ni con la responsabilidad sobre la situación de terror que impera en San Juan Copala. Al punto, que Rufino Juárez, el jefe de los paramilitares que perpetró la emboscada, arribó a la zona al frente del ejército nacional.
El gobierno de México presume su hipocresía, mientras se esmera en declarar que brindará toda la asistencia necesaria a los activistas extranjeros, encarcela tortura y asesina constantemente a los activistas mexicanos.
Como si la complicidad del “gobierno” federal no fuera demasiado obvia, las personas que se manifestaban ayer en el Distrito Federal indignadas por lo ocurrido y en apoyo a la comunidad Triqui de San Juan Copala, fueron dispersadas con uso de violencia por la fuerza policial.
Aparentemente, los planes del gobierno de Estados unidos de crear inestabilidad en México que justifique una militarización similar a la del Plan Colombia, marchan de acuerdo a lo planeado.
Marquemos un Norte, dice...
Vivan los Pueblos Originarios,
los verdaderos dueños de estas tierras
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