Los estudiantes chilenos, quienes exigen que la educación pública sea fortalecida, advierten ir a un paro nacional si el Gobierno de Sebastián Piñera, no accede a sus peticiones. En Chile sólo un 19 por ciento de jóvenes de escasos recursos pueden acceder a estudios superiores.
El Alcalde de Santiago de Chile (capital), Pablo Zalaquett, amenazó este jueves que de seguir las protestas estudiantiles en ese país por el reclamo de un sistema educativo gratuito, expulsará de los colegios a los alumnos que promuevan las huelgas y enviará a la policía a disolver las concentraciones.
Según Zalaquett la expulsión es un aval de una decisión judicial. "Creo que corresponde el cambio de colegio, o sea, en buen chileno, una expulsión. Tiene que doler esto, no puede ser gratis. Imagínese que yo llegue a mi oficina, alguien rompiera la municipalidad y nadie dijera nada", señaló.
Añadió que "yo no quiero ser el alcalde que pasó por Santiago y dejó que hicieran lo que quieran, porque creo que uno de los deberes, si estoy a cargo de la educación pública en Chile, es formar a los jóvenes, no solamente en conocimientos, sino que también en valores".
Para Zalaquett la manifestación es "repudiable, cobarde y daña el prestigio del colegio".
Advirtió que los estudiantes o sus padres deberán correr con los gastos de los daños que puedan generarse tras las protestas.
El corresponsal de teleSUR en Chile, Alejandro Kirk, informó que las dos organizaciones que controlan prácticamente todo el movimiento estudiantil secundario de Santiago y de todo el país, consideraron que esta medida es represiva y antidemocrática, que elimina el derecho a la huelga.
Señaló que en la mañana de este jueves la Policía chilena acudió al Instituto Nacional, el liceo más antiguo de Chile donde han estudiado la mayoría de los presidentes de la época republicana, para frenar la toma fantasma que los estudiantes han realizado.
Explicó que la toma fantasma consiste en que "la toman y se escapan y luego llega la Policía y no encuentran a nadie, son las tácticas que ellos (los estudiantes) están empleando todos los días en algún establecimiento educacional con el propósito de adelantar sus demandas y evitar la represión", señaló.
Por otro lado, Kirk indicó que la mayoría de los padres y estudiantes de la capital "están consientes de la pérdida de clase", puesto que "consideran una inversión en su lucha por conquistar una educación gratuita y pública" que no existe en Chile.
Actualmente en ese país suramericano un 93 por ciento de los alumnos de mayores recursos cursan estudios superiores, mientras que sólo un 19 por ciento de los más pobres lo logra.
Los estudiantes, que exigen fortalecer la educación pública, amenazaron con un paro nacional si el Gobierno de Sebastián Piñera, quien bajó a seis puntos en aprobación este miércoles, no accede a sus peticiones.
El conflicto estudiantil se suma a la crisis que el Gobierno chileno mantiene en el sur del país, asolado por uno de los cinco peores terremotos de la historia ocurrido el pasado 27 de febrero de este año, que dejó un saldo de 516 víctimas fatales y un total de dos millones de damnificados.
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